Jackson Guitar

jueves, 10 de septiembre de 2015

Desorden.

Los cuerpos celestes que observemos corren al rojo en el espectro. Qué bonito es el rojo de vez en cuando, como cuando representa el desorden para algunos. Cuando es signo de que nos estamos quedando aislados quizá ya no tanto.

"- Va, haz la cama y recoge tu habitación.
- ¡Pero si no va a venir nadie!" Más desorden.

Cuando las estrellas explotan también hay desorden. Cuando algunas estrellas explotaron, se expulsaron ingentes cantidades de materia (como pasa siempre) que, bueno, en algún momento se vinieron de vacaciones por aquí, se creó nuestro sistema solar, apareció la vida en la Tierra y, con el paso del tiempo, por evolución salimos nosotros para tocar un poco los huevos.

Y, joder, ¡si la liamos pardísima!

Hasta niveles preocupantes.

¿Hasta qué punto un mechón rebelde merece ese adjetivo? ¿Hasta qué punto una habitación puede considerarse desordenada? ¿Y unas ideas? Quizá están más ordenadas de lo que se cree.

Otra cosa, ¿no es un poco frío el orden excesivo? Imagina una estantería con los libros perfectamente verticales, todos y cada uno de ellos, o un grupo completamente cuadriculado de gente recta mirando al frente. O el mismo orden, ¿no es un poco agobiante? ¿No sientes ganas de hacer un poquito lo que te venga en gana sin que se vea mal?

Por eso he adoptado un poquito de desorden. Si el mismo Universo se desordena, ¿por qué no íbamos a poder hacerlo también nosotros?

Aunque... ¿Cuál es el límite? O sea, podemos imaginar insectos revoloteando frenéticamente o ver gente huyendo de una amenaza en la televisión, ¿pero cuál es el límite del desorden a nuestro favor? ¿O hasta qué punto lo apreciamos? Las revoluciones nos pueden parecer algo bueno o algo malo, por eso lo digo, ¿las revoluciones no han sido desorden respecto al orden establecido? ¿Ser un poco rebelde no es ir un poco en contra del orden? ¿A caso eso significa ser desordenado?

Este mismo texto es un poco desordenado, pero es que primero ha llovido y ahora hace sol, primero no hacía día de salir por lo que he cancelado planes y ahora no cae ni una sola gota de lluvia.

Por eso no quiero que me queráis ahora, probad otro día que esté menos desordenado.

Y poneos una camiseta roja, llama la atención.

Y cuando estemos demasiado aislados en el Universo (si es que aún existimos), echadle la culpa al desorden.

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